De acuerdo con un informe de la Red Siria para los Derechos Humanos, publicado el 15 de abril de 2015, el primer uso documentado de bombas de barril ocurrió en julio de 2012, siendo descritas como un arma “primitiva y bárbara”. La red reportó que entre julio de 2012 y abril de 2021, las fuerzas de Al-Assad lanzaron aproximadamente 82,000 bombas de barril, lo que resultó en más de 11,000 muertes civiles, incluyendo 1,821 niños.
Al añadir materiales incendiarios, aceites y combustibles, los barriles pueden causar destrucción masiva, actuando de manera similar a las bombas de vacío.
Damasco, 30 jul (SANA) El término “bombas de barril” fue popularizado por los medios de comunicación en el verano de 2012, tras el inicio de su uso por parte de las fuerzas del ex régimen de Bashar Al-Assad contra áreas civiles fuera de su control. Este uso indiscriminado resultó en la muerte y lesiones de decenas de miles de civiles, así como en una devastación masiva en las regiones atacadas.
El comienzo de su uso
De acuerdo con un informe de la Red Siria para los Derechos Humanos, publicado el 15 de abril de 2015, el primer uso documentado de bombas de barril ocurrió en julio de 2012, siendo descritas como un arma “primitiva y bárbara”. La red reportó que entre julio de 2012 y abril de 2021, las fuerzas de Al-Assad lanzaron aproximadamente 82,000 bombas de barril, lo que resultó en más de 11,000 muertes civiles, incluyendo 1,821 niños.
Este informe atribuyó el uso intensivo de estas armas por parte del régimen a la falta de una respuesta disuasoria por parte del Consejo de Seguridad de la ONU y la comunidad internacional. Las bombas de barril son armas de producción local, fáciles de fabricar y de bajo costo, con un alto poder destructivo, equivalente a aproximadamente siete proyectiles de mortero por cada barril.
Características de las bombas de barril
El oficial sirio retirado Yamen Sheikh Omar describió la naturaleza de estas armas en una entrevista con Alsouria Net: “Las bombas de barril se presentan en el cielo como cilindros de hasta un metro y medio de longitud, con un diámetro que varía entre 25 y 50 centímetros. La carcasa metálica exterior puede tener un grosor de hasta 10 milímetros”. Cada barril pesa entre 200 y 300 kilogramos y puede contener hasta 500 kilogramos de explosivos, como TNT, así como otros materiales, incluidos gases tóxicos, productos químicos y fragmentos metálicos, diseñados para generar metralla mortal y destructiva.
Según Sheikh Omar, los barriles explosivos son relativamente fáciles de fabricar y de bajo costo, utilizando materiales como tubos o cilindros metálicos que se modifican para su propósito. Las aeronaves lanzan estos barriles desde altitudes superiores a tres kilómetros para evitar el fuego de ametralladoras antitanque de las fuerzas opositoras.
La caída del barril tarda entre 20 y 30 segundos antes de impactar y explotar, creando un vacío de oxígeno durante la explosión y generando una nube de humo de decenas de metros de altura al impactar con el suelo.
Al añadir materiales incendiarios, aceites y combustibles, los barriles pueden causar destrucción masiva, actuando de manera similar a las bombas de vacío.
“Generalmente, cuanto mayor sea el barril, mayor será la tasa de destrucción”, afirmó el oficial retirado, quien también señaló que los helicópteros Mi-8 y Mi-17 son comúnmente utilizados para transportar estas bombas, a menudo con las puertas traseras removidas para facilitar su lanzamiento.
Prohibición internacional y descripción
Las organizaciones internacionales de derechos humanos han condenado repetidamente el uso de bombas de barril por parte del antiguo régimen contra civiles, considerándolas armas prohibidas a nivel internacional. En este contexto, numerosos informes han confirmado su uso, destacando su riesgo y solicitando su prohibición.
A principios de julio de 2015, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas emitió una resolución condenando el uso de estas armas, basándose en las conclusiones de investigadores de la ONU que responsabilizaron a las fuerzas del régimen de Al-Assad por el lanzamiento casi diario de bombas de barril sobre Alepo, constituyendo un crimen de guerra.
La primera condena clara del uso de esta arma provino del exenviado de la ONU a Siria, Staffan de Mistura, quien la calificó de “bárbara”. El exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también exigió que se responsabilizara a quienes lanzaron bombas de barril y dispararon morteros y artillería contra civiles en Siria.
Más peligroso que ISIS
Los peligros asociados a esta arma han llevado a Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, a describirla como “más peligrosa para los civiles que ISIS”.
Roth argumentó que no hay diferencia entre el brutal método de ejecuciones filmadas de ISIS y el bombardeo indiscriminado de civiles con bombas de barril.
El General de las bombas de barril
Jamil Al-Hassan, quien se desempeñó como jefe del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea del ex régimen de Bashar Al-Assad hasta su destitución en 2019, es considerado el inventor de las bombas de barril, según diversos informes. En junio de 2018, se convirtió en uno de los primeros funcionarios del régimen en ser objeto de órdenes de arresto internacionales debido a su papel significativo en los crímenes cometidos contra el pueblo sirio.
El papel de al-Hassan en el desarrollo y uso de las bombas de barril fue reconocido en la televisión siria por Mijaíl Awad, un escritor libanés y figura leal al régimen. En una entrevista, Awad elogió la bomba de barril, describiéndola como una opción “económica” que ahorraba recursos al erario público y que resultaba “más efectiva y menos costosa que los misiles de crucero”.
Afirmó que el costo de una bomba de barril oscila entre 100 y 150 dólares, en comparación con los 500,000 dólares que cuesta un misil de crucero.
La rama de Inteligencia de la Fuerza Aérea, bajo la dirección de al-Hassan, es considerada una de las más represivas del régimen depuesto, siendo responsable de cientos de muertos en sus instalaciones de detención. Su legado está marcado por el uso sistemático de estas armas, que han causado un sufrimiento inmenso entre la población civil en Siria.
Por Watfeh Salloum