Damasco, 03 ago (SANA) Una “guerra silenciosa” tan peligrosa como las batallas sobre el terreno. Este es el estado de las municiones de la guerra en muchas regiones sirias, donde minas terrestres, bombas de racimo sin detonar continúan cobrándose vidas civiles y perturbando la vida de cientos de familias.

Si bien organizaciones sirias e internacionales indican la presencia de miles de estas municiones, estas, colocadas por las fuerzas del antiguo régimen en vastas áreas de las provincias sirias, en particular en las zonas rurales de Damasco, Alepo, Deraa, Homs y Deir Ezzor, causan desastres humanitarios y ambientales casi a diario.
Entre las víctimas de estos explosivos, la mayoría de los cuales son niños, y la desfiguración que sufren los civiles, que continúa atormentándolos y perturbando sus vidas, este desastre deja cicatrices difíciles de abordar o reparar.
Advertencias internacionales
El 10 de mayo, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió sobre los continuos peligros de las minas y las municiones sin detonar en Siria.
«La contaminación por municiones sin detonar, minas, artefactos explosivos improvisados y otros restos de guerra sigue teniendo consecuencias letales en toda Siria tras la caída del antiguo régimen», declaró la antes mencionada entidad internacional.
La oficina explicó que, desde el 8 de diciembre de 2024, se han reportado más de 900 víctimas civiles, incluidas 367 muertes y 542 heridas, de las cuales más de un tercio son niños.
Durante una conferencia de prensa, el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, señaló que las Naciones Unidas y sus socios continúan brindando ayuda en toda Siria, a pesar del difícil contexto financiero.
Comité Internacional de la Cruz Roja
En abril de 2025, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió que un gran número de la población siria se encontraba en riesgo debido a minas y artefactos explosivos sin detonar, y exigió una respuesta urgente a esta creciente amenaza.
El jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Siria, Stéphane Sakalian, explicó que, desde el 8 de diciembre, Siria ha presenciado un trágico aumento en el número de víctimas causadas por artefactos explosivos. Entre esa fecha y el 25 de marzo, se reportaron 748 víctimas, incluyendo más de 500 solo desde el 1 de enero, en comparación con las 912 registradas a lo largo de 2024.
Defensa Civil Siria
Voluntarios de la Defensa Civil Siria confirman que zonas enteras de la provincia de Idlib y el oeste de Alepo se han convertido en “campos de muerte”, y que las iniciativas de concienciación comunitaria son esenciales, pero se ven obstaculizadas por la dificultad del terreno y la escasez de recursos.
En un informe publicado por la Defensa Civil el 3 de enero de 2025, se documentó la muerte de 25 civiles, incluidos niños, como resultado de explosiones de restos de guerra y minas en diversas zonas de Siria en menos de un mes.
Otro informe evidenció la muerte de 35 civiles, incluidos 8 niños y una mujer, y las lesiones graves de 54 civiles, incluidos 23 niños, como resultado de explosiones de remanentes de guerra y minas entre el 27 de noviembre de 2024 y el 10 de enero de 2025. Se indicó que el personal de la Defensa Civil movió más de 25.000 artefactos explosivos sin detonar (MUSE), incluidas más de 22.500 bombas de racimo, desde el inicio de sus operaciones.
Tierra prohibida para sus habitantes
Estas municiones privaron a cientos de aldeas de trabajar en tierras agrícolas y causaron pérdidas económicas estimadas en millones de dólares anuales debido al abandono forzoso de la agricultura y el pastoreo. También obligaron a miles de familias a trasladarse a zonas menos peligrosas a pesar de las difíciles condiciones de vida que allí.
Remanentes explosivos acechan a la población civil
Según la Defensa Civil, millones de sirios viven en zonas contaminadas por minas y municiones sin detonar como resultado de años de bombardeos. Esto representa una verdadera amenaza para la vida de la población y afecta directamente la estabilidad civil, la educación y la agricultura.
Muchas víctimas son registradas como lesiones accidentales o mueren lejos de las cámaras, mientras que los sobrevivientes no reciben el tratamiento adecuado para lesiones complejas como amputaciones, desfiguraciones o parálisis parcial.
¿Qué se puede hacer?
Dado el peligro mortal que enfrentan los sirios a cada paso debido a las municiones de la guerra que dejó el antiguo régimen, es imposible dar por terminada la guerra. Al contrario, estos artefactos explosivos se han convertido en un enemigo que cobra vidas y deja discapacidades a lo largo de generaciones.
Como parte de lo que se puede hacer para enfrentar este desastre, la Defensa Civil y las organizaciones internacionales pertinentes están pidiendo que se intensifiquen los esfuerzos de concientización de la comunidad, especialmente en aldeas y campos, que se aumente el apoyo internacional a los equipos de desminado locales o de las Naciones Unidas y que se presione para asegurar mapas precisos que muestren la ubicación de las minas para facilitar las operaciones de limpieza.
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